“Una ilusión perdida, cartas desde Villar de los Barrios a Madrid” es el libro en el que Mariano Higuera presenta las cartas que se escribieron dos primos, pertenecientes a la familia de los González de Villar de los Barrios, entre 1831 y 1837.

Mar Palacio y Mariano Higuera. Foto: Raúl C.

María del Pilar de la Carrera, vivió en Villar, era hacendosa y fiel devota al santísimo Cristo, católica practicante. Se ocupaba de las tareas domésticas haciendo, incluso, algunas de las de sus hermanos como medir el vino de las cubas de la bodega. Era aficionada al baile y hacía de costurera para otras mujeres del pueblo, arreglando vestidos o componiendo camisas.

La máxima ilusión de María del Pilar hubiera sido ir a Madrid y conocer la Corte, en la que se movía su primo, Carlos González Barrios, con el que durante años intercambió correspondencia, pero lamentablemente no pudo ser.

Carlos entró a servir en el palacio del conde de Altamira, a quien había servido su difunto padre en el cargo de mayordomo de Jornadas. Permaneció en la Corte hasta por lo menos el mes de julio de 1837.

De las cartas se desprenden muchos datos interesantes para los historiadores, ha afirmado el autor, Mariano Higuera, en la presentación del libro en la casona de las Burillas de Villar de los Barrios, con motivo del Festival Villar de los Mundos.

Datos relacionados con la vida tanto en Villar como en Madrid, costumbres, formas de pensar, instrumentos y utensilios de la época, el coste de la vida en la Corte, los sueldos de los diferentes empleados de la Casa de Altamira, los precios del corte de pelo, vestimentas, etc.

Una ilusión perdida, de Mariano Higuera. Foto: Raúl C.

“Tío D. Carlos vio tu carta, y dice que no sea que llames la atención en Madrid por lo raro, que con la facha que llevabas no sería extraño que los lechuguinos de esa Corte pararan por la consideración en ese lechuguino de los Barrios.

Aquí también los hay, que en nuestra casa hay tertulia y vienen algunos lechuguinos, que algunos vienen de haber estado todo el día en la viña cachicaneando sus obreros, y el chaleco pajizo a ninguno se le ve si lo traen. Algunas noches, o las más, vienen D. Joaquín Álvarez y Carbajín, que es necesario vocación para marchar a las diez de la noche para Lombillo, con los fríos que hay”.

La presidenta del Instituto de Estudios Bercianos, Mar Palacio, ha destacado la importancia de este trabajo de documentación que permitirá a los historiadores interesados en el tema, ahondar en el pasado de los pueblos de los Barrios y del Bierzo.

Mariano Higuera es miembro del IEB y durante años ejerció como maestro en Villar, donde conoció a Manuel Burillo González a mediados de los años 90. Tras morir Manuel Burillo en el año 2000, su casona pasó a propiedad de su hija Carmen quien, con su esposo Alfonso, pusieron a disposición de Higuera todos los documentos relacionados con los González.

Presentación de «Una ilusión perdida» en Villar de los Barrios. Foto: Raúl C.