La celebración del Festival Nacional de Exaltación del Botillo ha vuelto a ser, un año más, motivo de polémica y rifirrafe político en Bembibre. En esta ocasión se puede decir que marca el inicio de la precampaña en la Villa con balances muy opuestos del PP y el PSOE.

El Partido Socialista criticó su organización y manifestó que la Gala se salvó gracias a las participación de los ciudadanos «con ganas de disfrutar y mantener lo poco que queda desde que Otero es alcalde». Según el PSOE se volvieron a producir «trapicheos» con las entradas y se derribó un muro del Pabellón Municipal para ganar 10 mesas más sin autorización de la Junta Vecinal.

A esto, los socialistas añadieron que hubo falta de protocolo en la recepción de autoridades y que la cena contó con poco servicio para atender a las 1.300 personas que asistieron para degustar un menú que «ni en presentación, ni en sabor, ni en calidad cumplió con las expectativas de los comensales».

En la réplica del PP, desde el Ayuntamiento se quiso dejar claro que es el éxito del Festival lo que no les gustó a los socialistas y confirman que a la cena de gala asistieron 1.200 comensales, 1.041 con la entrada pagada. Desmienten que no se pidiera la pertinente autorización a la Junta Vecinal y apuntan a la confirmación de no asistencia del presidente del Consejo Comarcal del Bierzo realizada el año anterior como causa de que el alcalde no saludara a Gerardo Álvarez Courel.

Por último, el Alcalde recordó al PSOE que el Festival ha ido creciendo a lo largo de los últimos ocho años y que está considerado como el evento gastronómico por excelencia de la Comunidad. Tanto es así que han recibido la solicitud de una peña gastronómica de Castilla La Mancha para participar en la edición de 2020.

«Estamos encantados, orgullosos y muy satisfechos del éxito del festival del Botillo. Sabemos que hay muchas cosas que se pueden mejorar y en esa línea seguiremos trabajando si llegamos a renovar las responsabilidades de gobierno de Bembibre», concluyó José Manuel Otero.