El próximo sábado, 31 de julio a las 20 horas, el historiador berciano Alejandro Martínez presentará en la Casa de la Cultura de Matarrosa del Sil el libro ‘La primavera antifranquista. Lucha obrera y democrática en el Bierzo y Laciana (1962-1971)’, publicado por la editorial Marciano Sonoro.

El acto contará con la participación de dos de los protagonistas de esta historia, Javier Rodríguez Sotuela (ex párroco de la localidad, cantautor protesta y colaborador con los movimientos laborales y opositores a la dictadura), María Luisa Picado (escritora –autora de Camino Negro- y esposa de Manuel Ramos, minero represaliado por una huelga en Antracitas de Gaiztarro en 1970 ), y el autor, Alejandro Martínez.

Sábado 5 de mayo de 1962

Como todos los días la sirena del pozo marca la entrada del relevo de la mañana en el pozo María, en Caboalles de Abajo, León. Sin embargo, ningún minero entra a trabajar. El altavoz enmudece a pesar de los decibelios. El eco de las voces de los obreros resuena a pesar de su silencio. El tiempo, detenido durante 26 años, se acelera en unos segundos, esos en los que los mineros lacianiegos deciden, a pesar del riesgo, entregar sus lámparas. La jaula no baja por la caña del pozo. Las lámparas no iluminan las oscuras galerías, pero una luz empieza a encenderse en El valle de la libertad.

Lunes 14 de mayo, el fin de semana toca a su fin, pero la semana laboral no comienza. Entre Berlanga del Bierzo y Fabero, en el grupo Valdeguiza, las vagonetas no cruzan la bocamina, sus ruedas no surcan los raíles hacia el interior del pozo plano, las mulas no tiran de sus pesadas cargas. Los mineros han decidido parar, y sin embargo, algo se mueve. Ese día la percha no se baja, el carbón no sube, la jaula del pozo Julia se queda arriba y, como un reguero de pólvora conflagrada, este movimiento se extiende imparable hacía la cuenca del Sil, al Bierzo Alto, a Ponferrada, hacia El Bierzo Bajo…

Tras el gélido invierno, que se prolongaba por más de un cuarto de siglo, comienza el deshielo. Son los cálidos vientos de la clase obrera en marcha, la primavera antifranquista comenzaba a germinar. Salió a la luz una huelga silenciosa que hacía florecer las esperanzas de una España mejor. En ocasiones, de lo más oscuro sale lo más brillante y de lo más silencioso, un grito atronador.”

Así comienza el libro “La primavera antifranquista. Lucha obrera y democrática en El Bierzo y Laciana (1962-1971)”. Así, con su publicación, culmina una investigación de varios años que trata de poner fin a un silencio impuesto y autoimpuesto. El libro trata de dar a conocer, y reivindicar, la historia y la memoria de esos hombres y mujeres que en Laciana y El Bierzo se pusieron de frente, mirando en silencio a los ojos de la dictadura, gritando: Libertad.

Las organizaciones del movimiento obrero abrieron el camino a la democracia, erosionando las estructuras de la dictadura e implantando, por la vía de los hechos, prácticas democráticas ilegalizadas, como la asociación, las asambleas o la huelga.

Evitar que las galerías de la historia se inunden con el manto del olvido del abandono, es uno de sus objetivos, dar la palabra a sus protagonistas. Se trata de achicar agua, poner luz, dar tira para recuperar lo que nos pertenece. Recuperar Nuestra Historia.