Juan Margallo, nombre histórico de la escena española desde su vinculación con el movimiento teatral independiente de los sesenta, siempre fascinado por la casualidad, plasma en esta obra junto a su pareja de vida y obra, la actriz Petra Martínez (popular en los últimos tiempos por su papel en «La que se avecina»), fragmentos de su biografía compartida. ¡Chimpón! Panfleto post mórtem llega al Bergidum el próximo viernes, 2 de diciembre (21 horas), dentro de la programación de Platea apoyada por el Ministerio de Cultura.

Juan Margallo y Petra Martínez son pareja real y teatral desde que se conocieron en el mítico grupo Tábano a finales de la década de los sesenta. Ambos han compartido experiencias, iniciativas escénicas y una larga y fructífera carrera en la que también han hecho pequeños papeles en cine y televisión. Petra, que había trabajado con Almodóvar en «La mala educación», es, desde hace meses, la vieja gruñona de la popular serie «La que se avecina».

Sobre su vida, sobre el teatro, sobre la muerte tomada con un gran sentido del humor, gira ¡Chimpón!, subtitulada Panfleto post mórtem. “Chimpón es una palabra para rematar el final de una canción”, dice Margallo y aclara que lo de «panfleto post mortém» en el título hace alusión a tener una actitud de tranquilidad antes de la muerte.

Efectivamente, el tema principal de esta pieza, dirigida por la hija de los dos actores, Olga Margallo, es la vida y la muerte y las disparatadas coincidencias en las historias personales y colectivas. “Todo es una casualidad brutal. Desde que el espermatozoide logra encontrarse con el óvulo. Hay una parte que decidimos pero casi todo es casual. Estamos flotando en el mar y las olas nos llevan para cada sitio”, señala Margallo.

La influencia del azar, de la suerte en nuestras vidas, no tiene medida. Los autores e intérpretes cuentan, por ejemplo, lo difícil que sería, a priori, constituir una pareja partiendo de dos familias tan antagónicas como las de un padre del bando de Franco, salvado por un mexicano de las Brigadas Internacionales, y la de otro padre, pero del bando republicano, rescatado por la esposa de un coronel franquista. Pues esa pareja es justamente la que lleva ya más de medio siglo unida dentro y fuera del escenario, la de Juan y Petra.

«Una función inteligente, llena de ironía, sorprendente y desternillante de principio a fin», ha señalado la crítica.