Natura
Para Víctor Resco la pregunta es ¿A cuántos muertos estamos de que se tomen medidas efectivas?
El catedrático de la Universidad de Lleida pone sobre la mesa los principales problemas de la gestión forestal y reclama voluntad política porque afirma que «lo vivido es solo un trailer de lo que está por venir»
El Campus de Ponferrada ha acogido la jornada «Cómo prepararnos para los incendios que vienen» organizada por la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal y enmarcada en la campaña de información iniciada hace varios años ‘Plantémonos contra el fuego’.
La vicerrectora del Campus, Pilar Marqués, ha destacado al inicio de la misma la importancia de contar con especialistas e investigadores de primera línea para abordar problemas reales como los incendios.
Desde el Campus se busca una explicación a los devastadores incendios vividos el pasado mes de agosto, con varias decenas de miles de hectáreas arrasadas, a través de la formación y la información científica para frente a los bulos aparecidos este verano. El catedrático responsable del máster de Fuego de la ULE, Fernando Castedo, ha recordado algunos de ellos en los que se afirma que detrás de los mismos hay intereses madereros, o que son las propias cuadrillas los que los provocan, «Esos bulos siguen estando ahí y ya se sabe, desde hace tiempo, que nada tienen de real», ha señalado.
La reflexión de los medios y brigadistas que estuvieron implicados en la extinción de los fuegos ha formado parte también la jornada. El jefe de incendios del Servicio Territorial de la Junta, Pedro Bécares, ha recordado que se llegaron a producir 12 fuegos de forma simultánea en la provincia que, con los de las otras comunidades del noroeste peninsular, pusieron de manifiesto la necesidad de mejorar la gestión forestal, «Más inversión en gestión forestal y en la protección de los pueblos. Es decir, el Infocal publicado de este año ya lo establece, lo que pasa es que no se ha llegado a establecer completamente con todas las entidades locales», ha manifestado.
Lo sucedido tuvo también que ver con la despoblación en el medio rural, la falta de ganado en el monte de forma extensiva, y de prevención en los pueblos por ser zonas de riesgo que necesitan una franja perimetral. Por todo ello, y como ha señalado el coordinador de la BRIF de Tabuyo, Roberto López, hace falta un cambio que, como ha apuntado «pasa por retomar usos tradicionales del medio rural que hoy la sociedad no está dispuesta a asumir. El problema va a seguir creciendo y, posiblemente, la siguiente ola de incendios sea peor que la actual».
La situación es compleja, pero para el catedrático de Ingeniería Forestal de la Universidad de Lleida, Víctor Resco, se trata de un problema global que acaba con los recursos naturales y que, debido al humo, provoca miles de muertes en el mundo al año por falta de una gestión forestal de cercanía tanto en montes protegidos como en no protegidos.
«La pregunta es a cuántos muertos estamos de que se tomen medidas efectivas, siento decirlo así de crudo, pero es que solamente cuando ocurren catástrofes es cuando se catalizan los cambios», ha señalado Resco.
El Catedrático ha criticado la falta voluntad política para tomar medidas decididas recordando que el coste por hectárea de extinción de incendios es mucho más elevado que el de prevención. Según los bomberos de Cataluña el coste de extinción por hectárea es de 19.000 euros frente a los 3.000 euros de gestión forestal o los 300 euros de los incendios prescritos, «Necesitamos políticos valientes que no se conformen con que aquí no se va a tocar nada, sino al revés, aquí lo vamos a hacer bien imitando a la naturaleza a través de la ingeniería de montes para aprovechar de manera ecológica y sostenible los recursos antes de que se mueran o se pudran», ha añadido.
Por último, Resco ha apuntado que como parte de esa gestión forestal necesaria están las quemas controladas del monte con fuegos de baja intensidad que permiten eliminar el matorral acumulado que hace de combustible en los incendios.
