Tras el VI Encuentro Estatal de Plataformas contra la Incineración de Residuos en Cementeras que se celebró el pasado fin de semana en Vilafranca del Penedés, estos colectivos acordaron pedir el voto útil en las próximas elecciones municipales del 24 de mayo, para que los ciudadanos no voten a los partidos políticos que se manifiestan a favor de la incineración de residuos en cementeras.

Las 25 plataformas que han participado en este encuentro han intercambiado experiencias y compartido información científico-médica sobre los efectos de la incineración en la salud de las personas y del medio ambiente.

Entre los ponentes invitados al encuentro estaba la doctora y endocrinóloga, directora de «Mujer, salud y calidad de vida» Carme Valls; el doctor e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) Fernando Palacios y el doctor en medicina y profesor del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona y jefe del grupo de Neurotoxicología Ambiental, Eduard Rodríguez Farré. En cada una de las ponencias se ha reafirmado, una vez más, que la quema de residuos y subproductos en los hornos cementeros es la forma más insostenible y peligrosa que existe en el tratamiento de los mismos. Además, genera emisiones que perjudican gravemente la salud de las personas, animales y plantas, la calidad de la tierra, del aire y del agua.

El doctor Rodríguez Farré dio a conocer los resultados de los dos estudios científicos de ámbito estatal titulados «La mortalidad por cáncer en municipios y ciudades situadas en las proximidades de incineradoras …» y el más reciente, del 14 de enero de 2015 » La mortalidad por cáncer en las ciudades en las proximidades de las instalaciones para la producción de cemento, cal, yeso y óxido de magnesio «elaborados por el Área de Epidemiología Ambiental y Cáncer del Instituto de Salud Pública de Carlos III. Estos estudios constatan un riesgo mayor de muerte por cáncer en los municipios en un radio de 5 km de estas empresas y la ampliación de la afectación a 65 km a la redonda. El doctor Rodríguez Farré afirmó que «hay que insistir en que en un área como el Penedès donde la gran riqueza viene de la viticultura, aquí lo que queda afectado son las plantaciones de viñedo y pueden aparecer residuos de estos productos en el vino. Tenemos suficientes datos para poder estar preocupados por el incremento de ciertos tipos de cánceres, alteraciones endocrinas (diabetes), alteraciones hormonales, afectaciones en el desarrollo cerebral de las funciones cognitivas en el proceso fetal como consecuencia de la incineración».

La Doctora Carmen Valls expuso, además, que los efectos de la quema a corto plazo pueden alterar las tiroides, la producción de esperma, el incremento de enfermedades congénitas, entre otros. Y a largo plazo el desarrollo de tumores y cánceres. Valles, dio a conocer el resultado de un cuestionario realizado a principios de 2015 a los profesionales sanitarios del Hospital Comarcal de Vilafranca donde de manera subjetiva detectaban un aumento de cánceres en el Penedès.

Como comentaba el doctor Fernando Palacios, la Agencia Europea de la Energía ha evaluado en clave económica los daños a la salud de 2011 que han producido las cementeras españolas. La Agencia aporta cifras en cuanto a la pérdida de expectativa de vida, que oscilan entre los 45 millones de euros de Lafargue SA de Villaluenga de la Sagra y 70 millones en la fábrica de cementos de La Robla. Y en el total de las 6 instalaciones de cemento evaluadas, que se encuentran entre las 622 instalaciones europeas más contaminantes, destaca que la pérdida de esperanza de vida supone un coste de 319 millones de euros para el cuidado de las enfermedades derivadas de esta contaminación. Palacios añadió que la Oficina de Control y Prevención Integrada de la Polución ha revelado la generación de las sustancias que se producen en las cementeras a través de la incineración, que son sustancias muy tóxicas y que no son controladas en las instalaciones, ya que no han sido o no están incluidas en las autorizaciones ambientales integradas.

Las plataformas concluyeron las jornadas con un Manifiesto, elaborado en conjunto y leído públicamente, en el que exige a la administración y piden a la ciudadanía:

-La revisión de las autorizaciones ambientales dadas a las cementeras.
-Estudios epidemiológicos en los territorios que reciben las emisiones de las cementeras incineradoras con la participación ciudadana.
-La aplicación de un plan de gestión de residuos saludable y sostenible en la consecución de residuo cero, que es el objetivo principal.
-No conceder el voto a partidos políticos que se manifiestan favorables a la incineración.