El sábado 8 de marzo la Sala La Vaca de Ponferrada presenta, a las 23 horas, un concierto de Rufus T.Firefly, una banda indi que pasa de intermediarios y que ha creado su propio sello para presentar su trabajo que grabó en el 2012 “Ø “. Un disco que se reinventa a si mismo con un sonido definido, nórdico, melancólico y delicado. El precio de la entrada es de 8 euros.

RUFUS T. FIREFLY: EL FUTURO ERA ESTO

Si hace algunos años la evolución lógica del rock hubiera seguido su curso, hoy Rufus T. Firefly llenaría estadios. Lástima que siempre fue más fácil volver a andar el camino a abrirse paso entre lo desconocido. Y es que hace tiempo que salvo raras y contadas excepciones, no hemos parado de recibir revisiones y refritos, plagios y hasta descaradas imitaciones, que nos venden con la etiqueta de post-lo-que-sea. A nivel nacional mejor ni hablo. Seamos sinceros, cuántos discos del nuevo siglo escucharemos dentro de 20 años? La historia acaba escribiéndose por aquellos que no pararon de darse de hostias contra muros. Y eso es lo que no ha parado de hacer Rufus desde hace más de un lustro. Machacarse una y otra vez siguiendo la senda de ese puñado de elegidos y no dejar nunca de soñar, de reinventarse.

La banda regresa en 2012 con Ø. Un disco diferente. Melancólico. Delicado. De esos que dejan huella. Tremendamente nórdico y extrañamente español. Un disco en el que definitivamente han abandonado el inglés y donde la batuta del nuevo gurú de la producción patria Manuel CabezalÌ ha dotado a la banda de un sonido más depurado y oscuro, Ése que ya se intuía en su primer y autoproducido largo My synthetic heart (2009) y que fue consolidándose en lo que sería el inicio de la nueva etapa de la banda, ya con Manuel a los mandos, en el Ep La historia secreta de nuestra obsolescencia programada (2011). Insisto, todo estaba ahí, lo que diferencia a los grandes productores del resto es que saben dar con la tecla adecuada. ¡Y vaya si ha dado con ella!

REINVENTANDO EL INDIE (EN CASTELLANO)

Está de más decir que la industria no pasa por su mejor momento. Pero mucho antes de que la crisis fuera el monotema nacional en cualquier medio o charla, la industria ya estaba jodida. Olvidó la finalidad misma de la música para lucrarse en el negocio. El mundo al revés. No es de extrañar que los grupos ahora desconfíen de las discográficas, las editoriales y cualquier vendehumos con agencia de management. En cualquier caso existen otras vías para dar a conocer su trabajo. Ø no podría haber surgido en ningún otro momento. Tanto en su forma como en su fondo. Rufus han decidido prescindir de los intermediarios, han creado su propio sello “LagoNaranjaRecords”, y han recurrido a amigos y fans para poder financiarse el disco mediante Crowdfounding.

La situación actual, el descontento social, la inercia y el conformismo, el cine o la ciencia ficción son sólo algunas de las historias imposibles (el fondo ø recuerdan?) que forman los 11 temas que componen Ø. Los halos de bandas tan emblemáticas como Smashing Pumpkins, Radiohead, The Cure o Sigur Ros dejan asomarse por los rincones de esta obra, desde la inquietante “Otras Vidas” hasta la apoteósis final de “La Gran Mentira”, pero más allá de la épica o de esos viajes astrales en los que uno se sumerge casi sin querer escuchando ÿ, este disco es, por encima de todo, un ejercicio de sinceridad abrumador. Con la música y con ellos mismos. Y en una industria colapsada de inmediatez, encontrarnos con un disco así, de casi una hora, con canciones que superan en ocasiones los 5 minutos y que por más que lo intentas, no puedes sacarte de la cabeza, eso no es algo normal. Pero es que Rufus T. Firefly no es una banda normal. Hay cosas que uno no decide como su nombre, el color de sus ojos o el talento. No sé si me entienden. Se tiene o no se tiene. Y a ellos les sobra. En un mundo justo no habría hambre y cualquier festival se darÌa de cabezazos por no tener a Rufus T. Firefly como cabeza de su cartel. Spain is different, que dicen. Espero que esta vez no. No con ellos, porque algo me dice que llegó su hora. Yo, por mi parte, esperaré que la lógica siga su curso y cuando ocurra lo inevitable, sólo tendré tres palabras que añadir: os lo dije.

Marc Loret