Bierzo

El Ayuntamiento concluye las obras de adecuación de la Ermita de Santa María de Escayos en Manzanedo de Valdueza

Publicado

el

Ermita de Santa María de Escayos después de la restauración realizada por el Ayuntamiento de Ponferrada.

El Ayuntamiento de Ponferrada, en colaboración con la Fundación Pedro Álvarez Osorio, ha concluido las obras de puesta en valor de los restos de la Ermita de Santa María de Escayos (Manzanedo de Valdueza). Los referidos trabajos han consistido en el desbroce y adecuación (con medios propios) tanto del edificio como del entorno y el acceso, además de la señalización de la Ermita tanto desde Manzanedo como desde la Ctra. de Peñalba en el cruce de San Juan del Tejo.

La ermita de Santa María de Escayos se sitúa en término de Manzanedo de Valdueza, en su valle homónimo, a medio camino entre esta población y el molino de San Juan, en el Oza. La primera referencia que tenemos de la iglesia de Santa María y del antiguo poblado de Valdescayos (Valle de Scalios en la documentación medieval) la aporta San Genadio en su denominado “testamento”, de principios del siglo X. No dice que sea una fundación suya, pero pudiera ser así al donarla en el citado documento al monasterio de San Pedro de Montes.

Ermita de Santa María de Escayos antes de su rehabilitación.

Santa María era parroquia del pueblo de Valdescayos y del muy cercano de La Cisterna, ambos desaparecidos y situados en el vallejo de Manzanedo. A principios del siglo XII se uniría a la iglesia de San Pedro Villarino (también en término actual de Manzanedo), pasando a ser ambas una única parroquia, alternándose los oficios religiosos entre ellas. Más adelante en el tiempo, ya en la Edad Moderna, las poblaciones de Valdescayos y La Cisterna desaparecían, manteniéndose la iglesia de Santa María como ermita de Manzanedo. Y así permaneció hasta que se abandonó a finales del siglo XIX o principios del XX. Posteriormente, a mediados de los años 50 del siglo pasado, se usaron parte de sus muros para rellenar el camino de Manzanedo a San Juan, razón por la que no se conserva la fábrica de los pies de la iglesia, donde se encontraría la portada.

El edificio que se alza hoy en día posee planta basilical con unas dimensiones de unos 15×5 m, con una estrecha cabecera rectangular con bóveda de cañón y nave rectangular a la que le falta la zona de la entrada y la techumbre, que -seguramente- sería de madera a dos aguas. Está erigida en mampostería de esquisto y cuenta con dos vanos, uno pequeño apuntado en el ábside y otro rectangular en la nave. La totalidad de la fábrica conservada de la iglesia pertenece a época moderna, en el abanico cronológico entre el siglo XVI y el XVIII.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Trending

Salir de la versión móvil