Rafael Álvarez El Brujo estuvo ayer en Ponferrada para presentar su espectáculo ‘Cómico’ y dejar su huella impresa a las puertas del Teatro Bergidum al igual que hicieron anteriormente Amancio Prada, José Sacristán y Conde Gatón.
El Brujo recordó con cariño su relación con Ponferrada por amistades en tiempos de juventud que le unieron a la ciudad de una manera especial ya que, además, fue el primero en pisar el escenario del Bergidum tras su remodelación en el año 1996. Deseó también que la impresión de sus manos en hormigón sirva para que la Cultura con
Cómico es El Brujo en su salsa, convertido en el fondo y la forma de un espectáculo que él define como un proyecto de espectáculo del que tal vez logre extraer una función si el público se muestra propicio. Decantación desnuda del oficio del bululú, la raspa suprema del arte de la comedia que él viste con la carne de su propio arte, tan deudo de la tradición de cuentacuentos, bufones, comediantes y gloriosos y heroicos cantamañanas de la legua y, al tiempo, tan personal, tan insoslayablemente suyo.
