En la edición número 44 del concurso participaron 10 parejas de Villablino, Asturias y Palencia. Se rindió homenaje al empresario Manuel Lamelas Viloria por sus 70 años dedicados a la minería

Las Fiestas del Cristo de Bembibre volvieron a contar con una edición más del tradicional Concurso de Entibadores. Este año, la número 44 tuvo lugar el domingo por la tarde para facilitar la participación de las 10 parejas que se presentaron al certamen procedentes de Villablino, Asturias y Palencia y que, con su presencia, mantuvieron vivo el espíritu de un oficio que fue determinante en el mantenimiento de las galerías de interior.

Esta actividad del Cristo forma parte de la identidad de Bembibre, un pueblo minero que con la misma busca mantener en el tiempo el recuerdo de lo que fue el sustento de vida para muchas familias durante más de un siglo y que con el cierre de las minas está perdiendo el relevo generacional.

El concurso consiste en la construcción de un cuadro completo siguiendo los cuatro puntos establecidos en sus bases. El primero de ellos, con 12 puntos, son las medidas: la base, la altura y la trabanca; y el segundo el ajuste. El jurado valora también el aplome del cuadro, un característica que es también fundamental en la estructura que se valora con 6 puntos. Finalmente, para establecer cuál es el mejor cuadro se analiza la labra o embellecimiento con otros 6 puntos.

Durante el Concurso se rindió también homenaje a Manuel Lamelas Viloria por su dilatada trayectoria profesional y empresarial en el sector de la minería. Viloria felicitó a los organizadores por la celebración del Concurso y agradeció el reconocimiento promovido por la organización y el Ayuntamiento de Bembibre.

En esta ocasión se contó también con la presencia del escritor y artista, Nicanor García Ordiz, que fue minero en su juventud y que recitó el poema ‘Quiero ser minero’.

Como parte de las novedades en la programación de las Fiestas del Cristo de Bembibre, el viernes se celebró en el entorno de la Plaza Santa Bárbara la I Concentración de Peñas con una amplia participación de jóvenes de la Villa.

Bembibre celebra las Fiestas del Cristo un año más, son unos días de encuentro de familias y amigos, en los que las calles se llenan de vida y de actividades culturales, deportivas y lúdicas para el disfrute de todos, grandes y pequeños. El mercado medieval ocupó las calles del centro de la villa y en el Ayuntamiento se celebró el pregón de las fiestas con toda la corporación municipal en el balcón para dar el pistoletazo de salida. Pregón que fue abierto por la alcaldesa, Silvia Cao.

La alcaldesa destacó el orgullo de ver la plaza llena de gente disfrutando de los cuatro días de fiestas con bailes, conciertos y teatro, de niños y niñas en los parques. «Son días de recuerdo a nuestras raíces mineras en los que los entibadores nos recuerdan de dónde venimos, de rezo, de fe y de profesión religiosa, pero sobre todo de familia amigos y amigas que regresan a su pueblo para disfrutar de la gente que año tras año los recibe con los brazos abiertos», manifestó Cao.

A continuación la concejala de Fiestas, Belén Martín recordó que el Cristo es una fiesta única con un carácter ambivalente en el que se mezcla lo religioso con lo profano generando olores, colores, sabores y sentimientos que materializan las tradiciones más arraigadas y anheladas de este pueblo.

«Hay una cita que me gusta mucho, olvidarás lo que te dijeron, lo que te hicieron, pero nunca olvidarás lo que te han hecho sentir porque lo que se siente se transmite y permanece ahí. Quisiera que este mensaje quedara ahí como una semilla que germine durante los días de fiesta, amable, conciliadora, entre familia y amigos», afirmó la concejala.

Tanto la Alcaldesa como la Concejala presentaron a la pregonera de este año, la joven investigadora y catedrática en la facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Salamanca, Jennifer Martínez Ferrero, destacando además su amplísima trayectoria profesional que la ha convertido en un referente académico dentro y fuera de España.

Como bembibrense que es, en su pregón Jennifer recordó sus raíces, su ADN berciano, su infancia y juventud en un Bembibre que le marcó para toda la vida, como ella misma mencionó, con vivencias y recuerdos que están ligados a la emoción y que, por tanto, son imborrables.

Entre esos recuerdos estuvieron su familia, la minería, y las Fiestas del Cristo. Pero Jennifer quiso también apostar por su villa natal recordando la industria, los servicios, la ganadería y la agricultura que luchan por hacerse un hueco en la comarca berciana y en León, «No solo es pasado sino que también es presente, y confío en que la lucha de esa industria forme parte de nuestro futuro, que apostemos por ella como el pueblo bembibrense se merece», señaló la pregonera, añadiendo que la diversidad racial y cultural enriquece a la villa «y nos hace ser mejores, diversos y resilientes».

Para finalizar, Jennifer Martínez, acompañada por la corporación municipal firmó en el libro de honor del Ayuntamiento y dio paso a las actividades que se celebraron a continuación, la actuación del grupo rociero, la orquesta y los fuegos artificiales.