La mujer de negro, una pieza teatral que lleva veinticinco años representándose en el West End londinense, vuelve a las tablas del Bergidum catorce años después de su primera representación, con el mismo protagonista, el actor Emilio Gutiérrez Caba, y manteniendo la potencia e intensidad del teatro combinadas con un espíritu inspirado en el cine terrorífico. La función llega al Bergidum el próximo jueves, 23 de octubre (21 horas), dentro de la programación del Plan Platea del Ministerio de Cultura.
Arthur Kipps, abogado de mediana edad, alquila un teatro y contrata los servicios de un actor profesional para que le ayude a recrear un suceso irreal, fantasmagórico, que le sucedió años atrás con resultados trágicos para él y su familia. Tiene la esperanza de que esto le sirva de exorcismo y así poder quedar liberado para siempre. Desde el escenario, absolutamente desordenado, lleno de muebles, papeles y otros objetos, Kipps comienza a leer su historia. Al principio lo hace de forma dubitativa, dolorosa, cohibida; pero, poco a poco, aconsejado por el actor y con la ayuda de los artificios teatrales, va creciendo en él la confianza y la capacidad de actuación, mientras vemos cómo va asumiendo diferentes papeles y la obra va pasando de la narración a la actuación teatral.
Esta es la trama de La mujer de negro, una pieza que parte de una novela de Susan Hill adaptada a la escena por Stephen Mallatratt y que transporta al público a un mundo terrorífico y fantasmal. La pieza original, The woman in black, lleva veinticinco años representándose en el West End londinense, convirtiéndose, después de La Ratonera, en la segunda obra no musical que más tiempo ha permanecido en cartelera londinense, con más de diez millones de espectadores. Además, está representándose en lugares como Dubai, Argentina o México, donde lleva ya 18 años en cartel. Fue llevada al cine en 2012, con Daniel Radcliffe, el protagonista de ‘Harry Potter’, en el papel de Arthur Kipps.
Emilio Gutiérrez Caba, que ya había protagonizado la primera versión de esta función, presentada en el Bergidum a principios de 2001, no solo vuelve a encabezar el reparto, acompañado de Jorge de Juan, sino que también la dirige. Perteneciente a una dinastía vinculada al teatro desde mediados del siglo XIX, que tiene ya continuación en su sobrina Irene Escolar, Gutiérrez Caba lleva más de 50 años encima de un escenario. Para él, La mujer de negro «es una función en la que los técnicos tienen mucho que ver. El sonido y la luz ayudan muchísimo. Esta obra sería muy difícil sin ellos, que nos ayudan haciendo un fundido de luz o un aumento de sonido», ha dicho.
La crítica ha subrayado que «los efectos, sustos y escenarios del cine no se han reproducido en un teatro donde la fuerza de la obra se encuentra no solo en la trama, sobre todo en el magnifico trabajo actoral de sus dos protagonistas, o mejor tres protagonistas, y la invitación al uso de la imaginación ayudada por los efectos visuales y sonoros, los trenes invisibles, las calesas, el perro y más…. luz y oscuridad, sombras y tinieblas, sonidos, etc., todo ayuda a crear un ambiente especialmente pensado para inquietar al espectador».