Héctor Silveiro reivindica la presencia del gallego en los centros de enseñanza del Bierzo

El académico villafranquino en la Real Academia Gallega de la Lengua, Héctor Silveiro, pide que se busquen vías de acuerdo entre la ciudadanía, el profesorado y las autoridades educativas para que el gallego pueda estar presente en los centros escolares del Bierzo.

Silveiro hace esta reivindicación con motivo de la celebración del Día de las Letras Gallegas que, este año, rinde homenaje al que fue presidente de la Real Academia, Francisco Fernández del Riego, promotor además de la creación de la publicación Cantares Gallegos de Rosalía de Castro en el año 1963.

Silveiro recuerda que en el Bierzo todavía hay muchas trabas para la enseñanza del gallego y pone como ejemplo la negativa de su introducción en la programación en el IES Fuentesnnuevas, pese a la petición de los padres de tres AMPAS de Fuentesnuevas y Cuatrovientos que piden que sus hijos puedan dar continuidad al programa de Promoción da Lingua Galega, seguido en Primaria, una vez llegan al instituto para tener más opciones culturales y laborales en Galicia. Para el Académico es lamentable que la negativa del IES a tramitar la solicitud se ejerza sin ninguna argumentación.

Añade que los padres «Invitan a realizar dicho trámite tanto unha orde publicada o pasado 4 de abril por Educación de Valladolid como outras directrices anteriores tan válidas como a presente. Estamos falando dun dereito que os galegofalantes bercianos temos e que se concreta na posibilidade de matricularse no Programa de Promoción do Galego de xeito voluntario, unha opción cargada de oportunidades laborais de futuro ao poder titular o alumnado no remate da ESO cun certificado CELGA», afirma Silveiro.

Por último el Académico señala que el programa de Promoción del Gallego lleva 20 años implantado en el Bierzo y que es un éxito gracias a que más de mil familias bercianas lo han seguido en 11 centros de Primaria y 4 centros de Secundaria. La matrícula de estos alumnos corrobora que es un éxito y «su necesidad de ser», concluye Silveiro.