Los más mayores del municipio de Camponaraya recuerdan como no hace tanto tiempo la maja era una actividad más del trabajo que los agricultores desarrollaban en el campo. Ahora las cosechadoras han sustituido al brazo humano que realizaba la siega del centeno y que separaba el grano utilizado para hacer el pan. La maja se ha convertido en una fiesta promovida por la asociación de Romeros de la Cuesta con la colaboración del Ayuntamiento.
Tras segar el centeno en una parcela de Camponaraya, los más expertos han enseñado a los más jóvenes a separar el grano con los mallos, una actividad que forma parte del patrimonio cultural y que el Ayuntamiento quiere conservar.
La jornada se ha acompañado con juegos tradicionales para los más pequeños, junto el arroyo los Barredos, y un almuerzo para reponer fuerzas.
