Ponferrada

La Olla del Bierzo organiza dos charlas sobre los pesticidas que acaban en nuestros platos

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La Olla del Bierzo organiza para viernes 28 de marzo dos ponencias relacionadas sobre los pesticidas que de forma invisible acaban en nuestro platos. Se enmarcan dentro de la novena edición de la Semana sin Pesticidas, una campaña anual e internacional que se celebra durante los diez primeros días de la primavera.

El objetivo de estas charlas es concienciar sobre los riegos para nuestra salud que conlleva el uso de pesticidas sintéticos y promover alternativas saludables.

Las conferencias empezarán a las 18:30 en la antigua Obra Social de Caja España en la calle Río Selmo nº12.

-Conferencias:

-“Neuronas, pulgones y otras víctimas de los pesticidas” por Ángel Fernández Díaz, Neurólogo, Hospital de la Reina, Ponferrada
-“La tierra pide clemencia: alternativas a los agroquímicos” por Balbino García Criado, Investigador Científico, CSIC-IRNASA, Salamanca

JUSTIFICACIÓN Y PRESENTACIÓN DE LAS PONENCIAS

El ser humano, como el resto de los seres vivos, nos hemos formado evolucionando en el medio natural. Separarse de este medio, como demuestra la ciencia, implica consecuencias para la salud. Esto se debe tanto por la carencia de factores naturales protectores, con los que nuestro organismo estaba acostumbrado a contar, como por la exposición a sustancias artificiales extrañas.

Desde el fin de la segunda guerra mundial un boom en la industria química y agroquímica nos ha rodeado de gran cantidad de sustancias artificiales. En las casas apenas ya hay verdadera piedra o madera, la ropa se hace más con petróleo que con algodón, se cultiva con pesticidas y fertilizantes químicos y la “comida” son productos industriales elaborados en fábricas.

Estas nuevas sustancias no sólo nos rodean sino que por múltiples vías acaban formando parte de nosotros: inhaladas con el aire o el polvo doméstico, ingeridas inadvertidamente con comidas y bebidas o absorbidas por nuestra piel desde cosméticos o champús… Es por esto que los laboratorios las pueden detectar en nuestros tejidos.

Estas sustancias artificiales, como es de esperar, no cumplen en nuestros organismos ninguna función para la cual sean bienvenidas, sino que, desgraciadamente, muchas de ellas son muy perjudiciales para la salud humana y medioambiental, pues producen cáncer, leucemia (incluida la infantil), disrupciones hormonales, esterilidad, malformaciones congénitas,  retraso en el desarrollo y crecimiento, diabetes y hasta obesidad, tanto en animales como en las personas. Concretamente, los residuos de los pesticidas (plaguicidas) químicos que aparecen en los alimentos vegetales y animales se asocian a casi todas estas consecuencias. Todo esto a pesar de que algunos de los tóxicos se presenten dentro de unos límites injustamente legales (aunque en constante revisión) pues no son en absoluto seguros ni deseables. Además son habituales las muertes por intoxicación accidental aguda con pesticidas, de uso doméstico, agrícola o ganadero.

Un problema poco conocido para la sociedad es la especial vulnerabilidad de nuestras neuronas a este distanciamiento de la naturaleza. La sociedad empieza a saber que los suplementos de ácidos grasos omega 3 en el embarazo son buenos para evitar una carencia nutricional que recorte la inteligencia de los niños y algunos incluso evitarán los pescados con mayor cantidad de mercurio. Sin embargo, son cientos las sustancias neurotóxicas, algunas relacionadas con enfermedades tan conocidas como Alzheimer y Parkinson y entre las más dañinas están los pesticidas.
Esta relación será objeto de nuestra primera conferencia, que desarrollará el Neurólogo Ángel Fernández Díaz

La agroquímica incluye los pesticidas o sustancias fitosanitarias  (herbicidas, insecticidas, fungicidas…) pero también los fertilizantes, las fitohormonas o reguladores de crecimiento y la tecnología genética, que en algunos casos intenta conseguir cultivos modificados genéticamente más resistentes a los plaguicidas para poder aumentar la cantidad utilizada, con el consiguiente aumento en la cantidad de residuos en los alimentos.

Mediante estos mecanismos se fuerzan los cultivos con la producción en cantidad y aspecto visual como principales objetivo, despreciando generalmente la calidad nutricional.  Las condiciones son tremendamente antinaturales. La tierra muchas veces está desertizada por innumerables cosechas encadenadas de monocultivos repetitivos usando pesticidas químicos (no biológicos) y con una tacaña fertilización artificial. Esto implica carencias para las plantas que repercuten en déficits nutricionales en nuestros alimentos y vulnerabilidad a las plagas, que se ha de compensar a su vez con más pesticidas, cuyos residuos también aparecen en nuestros alimentos.

La agricultura ecológica, que desde nuestra asociación defendemos, suele estar apartada de estos escenarios. Sin embargo estos escenarios abundan y los investigadores científicos estatales, como nuestro segundo ponente, se encuentran en la tesitura de buscar soluciones o paliaciones a estos problemas pero aceptables para agricultores profesionales convencionales ya que estos, muchas veces son reacios a los cambios, tal vez por comodidad, pero también por temor a sufrir pérdidas en la producción que desequilibren sus cuentas muchas veces condicionadas por deudas de inversiones en las propias explotaciones. De estas relaciones y de algunas de las soluciones hablará Balbino García Criado.

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