La provincia del Bierzo de 1822 fue “natural” con homogeneidad cultural y socioeconómica

Los actos de celebración del bicentenario de la declaración de la Provincia del Bierzo organizados por el Ayuntamiento de Villafranca incluyeron ayer una charla en el Teatro Villafranquino a cargo del catedrático de Geografía de la Universidad de Lleida, Jesús Burgueño Rivero, quien destacó que su creación forma parte de una historia de la que todos los bercianos deberían sentirse orgullosos porque se formó bajo los principios democráticos de la Constitución de Cádiz de 1812.

“Porque fue suficientemente democrática la elaboración de aquella primera división provincial y dentro de ella el caso concreto del Bierzo, a diferencia de la que finalmente quedó, al cabo de unos años, de un lapso absolutista, hubo el decreto de Javier de Burgos en el cual ya no figuraba la provincia de Villafranca. Pero la división provincial realmente potente y con justificación geográfica fue la del Trienio Liberal”, manifestó Burgueño.

Para Burgueño la concepción de la provincia del Bierzo fue sólida porque estaba delimitada y conformada de forma natural, “Desde el punto de vista físico rodeada de montañas que configuran una olla muy bien definida en lo holográfico, pero natural también en el sentido espontaneo, donde nadie se inventa nada al reconocer este territorio porque ya era un ámbito de relación humana y que se menciona en la propia documentación de la época, con homogeneidad cultural y socioeconómica”.

En el análisis histórico que realizó sobre la creación de las provincias, Burgueño reivindicó el trabajo técnico que realizaron el ingeniero de Caminos, Agustín de Larramendi, y el marino, Felipe Bauzá, ya que fue el que inspiró la división provincial del Trienio Liberal y que luego fue rescatado por el secretario de Estado, Javier de Burgos, en 1833 para decretar, durante la regencia de María Cristina de Borbón, la configuración provincial actual con la eliminación de las provincias de Calatayud, el Bierzo y Játiva.