Entre los años 1467 y 1469 se produjeron en Galicia unas importantes revueltas en las que campesinos, bajo clero y baja nobleza se levantaron contra los señores nobles de la época para dar fin a sus abusos. Fueron los Irmandiños que atacaron y destruyeron muchas fortalezas. En el Bierzo asediaron los castillos de Cornatel, Sarracín, Balboa y Ponferrada.
Ahora, se recuerdan aquellas batallas del siglo XV con la recreación de lo sucedido en el Castillo de los Templarios que realiza la Asociación de los Caballeros de Ulver con la participación de 75 personas ataviadas con los trajes de la época y armados con lanzas, cañones y espadas.
Los Irmandiños fueron finalmente repelidos y con ello se evitó la destrucción de la fortaleza de Ponferrada, no corrieron la misma suerte los otros castillos del Bierzo que fueron arrasados.
