Como gotas de agua que descienden a toda prisa desde los montes de las Dos Hermanas y Cabezo hacia las llanuras del Bierzo, el pueblo de Molinaseca ha visto pasar muy rápido los siglos durante los que ha estado ligado al río Meruelo y al Camino de Santiago. Ambos se cruzan en el que es, probablemente, el punto más emblemático de esta villa, el Puente de los Peregrinos, de origen romano, para dar inicio a cada una de las etapas por las que ha pasado esta localidad y municipio hoy, de 80 kilómetros cuadrados situado a 595 metros de altitud y formado por los pueblos de Molinaseca, El Acebo, Onamio, Paradasolana, Riego de Ambrós, Folgoso del Monte, Las Tejedas y Castrillo del Monte.
