Óscar de Castro no se lo pensó dos veces tras quedarse sin trabajo, quería quedarse en el Bierzo e iniciar un proyecto de explotación de viñedos. Pero para sacarlo adelante necesitaba más tierras de las que disponía en ese momento, la solución la encontró a través del Banco de Tierras que le puso en contacto con varios propietarios. Finalmente arrendó una finca de 8.000 metros cuadrados en San Lorenzo con cepas centenarias que han pasado de padres a hijos durante generaciones, pero que en estos momentos no estaba siendo explotada.
cantabria
15 junio, 2014 at 4:33 am
enhorabuena , buena suerte emprendedores.