Miembros de la corporación municipal y familiares de Juan García Arias han protagonizado un sencillo acto de homenaje al que fuera el último alcalde de la República tras ser asesinado el 31 de julio de 1936. Con una placa que da nombre a la calle que parte desde la Avenida del Castillo hasta el entorno del Museo del Ferrocarril se quiere rescatar del olvido a una persona que destacó en vida por su sencillez, trabajo y compromiso con la ciudad y que, al igual que otros muchos represaliados al inicio, durante y después de la guerra, murió de forma injusta por sus ideales y forma de pensar.
Su hija, Rosario García, y nietos han agradecido emocionados el gesto del Ayuntamiento y ha querido corresponder regalando a Samuel Folgueral, un libro sobre Juan García Arias publicado por Ediciones Hontanar.
