Con la entrada a la fase 2 de la desescalada la vida en las calles está volviendo poco a poco a los pueblos del Bierzo. Vega de Espinareda abrió este fin de semana el mercado tradicional con una veintena de puestos y con la esperanza de que la actividad comercial se vaya animando.
Aunque los beneficios son todavía pequeños, para los vendedores del Bierzo cumplir con sus clientes es una obligación. Los vecinos, tanto de Vega como de su entorno ven con incertidumbre el futuro económico de la comarca.
Todos asumen que el futuro va ser complicado pero esperan con ánimo los avances en la desescalada que, en poco tiempo, permitirán abrir más mercados en otras pueblos y ampliar el número de puestos que, seguro, estarán también más concurridos durante los meses de verano.
